domingo, 31 de octubre de 2010

abrázame.

Después de un largo y cansado día, quiero llegar a casa, quitarme los zapatos dejándolos caer al suelo y sentir como mis pies sueltan un gran suspiro. Quiero llegar a casa y sentir ese dulce olor tan propio de mi hogar. Quiero llegar a casa para tirarme a sus brazos, cerrar los ojos y sentir sus cálidos labios fundidos con los míos en un largo beso... y luego otro, más otro, y uno más. 
Y sentarnos juntos en el sofá , allí, alumbrándonos con la luz de la ventana... y un beso, y otro, y después un abrazo. Sus abrazos... no me quiero soltar. Me pierdo en él, noto su respiración, sus latidos, noto su olor, ese que me eleva a las mil maravillas... Ni media palabra, abrazados, los dos a solas con el amor ¿para qué más? ¿quien necesita más? 
Y allí, sentados, abrazados los dos en el sofá, dejamos que pasen las horas.. disfrutando el uno del otro, juntos... dando un toque dulce al sabor amargo de la rutina... siendo felices... El tic tac del reloj se pierde de fondo, nuestras mentes sueñan a la vez, perdidas en recuerdos, en momentos vividos, viajando por otros mundos... Y así, cae la noche.. seguimos abrazados, felices y abrazados.
Me besa en la frente, me derrito.


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