miércoles, 20 de julio de 2011

Tengo los pies en la tierra y la cabeza en las nubes.

Me gusta coger un catálogo o ir a Ikea y imaginar como será mi casa, qué tendrá o qué dejará de tener. Los colores de las paredes, el lugar de cada mueble y esa ventana, esa ventana que alumbrará el pequeño salón con una gran estantería del tamaño de la pared repleta de libros. Una luz ténue provocada por los rayos del sol. Miles de tazas de colores en la pequeña cocina. Tazas con todo tipo de frases, colores o dibujos. Perfectas tazas para el perfecto olor de café recién echo por la mañana. Una vieja nevera, llena de notas donde me recuerdo a mí misma la compra, los horarios y las noticias. Una cocina alumbrada, rodeada de ventanas con una pequeña mesita de dos plazas al lado de una ventana. Una pequeña mesita de dos plazas con un jarrón de flores en medio. Los pomos redondos de las puertas. Mi gran cama al lado de un ventanal que alumbre toda la habitación. Una habitación con colores claros, muebles de madera blancos y un escritorio precioso. Mi sillón en un rincón al lado de una lámpara de pie y mi gran armario con luces. Una alfombra blanca que cubra parte del suelo. Mis zapatillas de estar por casa, grandes, enormes, llenas de pelo, aunque no las utilice porque luego siempre voy descalza. Mi llamativa toalla colgando en el baño. Un baño con un espejo antiguo con el marco de metal plateado precioso. Un baño con una bañera cleopatra, para darme esos baños con espuma después del trabajo. Fotos, por toda la casa. Cuadros, por toda la casa. Libros, por toda la casa. Mi área de pintura. Mi área de escritura. Mi casa, mi mundo, mi libertad.


1 comentario:

  1. Me encanta como escribes y sobre todo como sientes, y me ha encantado ver este post con ese título "Tengo los pies en la tierra y la cabeza en las nubes". Si te fijas en mi Bio de Twitter, mi definición es: "Extraña mezcla entre pies en el suelo y cabeza en las nubes" ;)
    Vanesa.

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